Mis Estrellas, Mis Pasiones, Yo

Nunca compartí lo que hago en el blog.
Tal vez porque paradójicamente, al escribir en el blog dejo de hacerlo.
Eso es lo que sucede. Hoy, por ejemplo, no fui a trabajar y estuve todo el día escribiendo, pensando y dándole forma a la segunda versión de un paper que quiero publicar. Los momentos aislados que me da el descanso del trabajo no alcanzan. Necesito sentarme, leer, releer para poder producir. Cuando empezás, no lo podés cortar, sino tenés que empezar de nuevo, porque no son pedazos aislados sino que el paper es un concepto en sí mismo, con la metodología, los resultados, todos conectados y que si dejás algo pendiente después no sabés por qué lo estabas haciendo de esa manera.
Entonces pasa eso, que al dedicarte a analizar datos o a escribir, medio que descuidás casi todo lo demás. Quizás esa necesidad de abstracción me alejó bastante de la astronomía últimamente. Necesitaba (y necesito) otras cosas que en un continuo estado de abstracción jamás lograría. Estuve más de dos años publicando, analizando y descubriendo, pero eso suele traer soledad.
Igualmente, tras mucho escribir de la vida y desear cosas (bah, mejor dicho personas, jaja) que parece que no existen, necesitaba sentirme productivo de nuevo.
Responder un e-mail refutando o investigando sobre un tema capaz me lleva horas. En general suelo hacer las cosas de formas que no las hacen los demás o sin respetar reglas asumidas (que no me convencen) y eso genera cierto rechazo por un lado y respeto por el otro, porque los resultados me respaldan. Es otro de los aspectos de mi vida que se miden en blancos y negros.
Para que tengan un idea visual de lo que hago, investigo los cambios de brillo de las estrellas y en los últimos años me he dedicado a analizar información disponible públicamente en internet de diversas bases de datos para poder clasificar la naturaleza y comportamiento de muchas de ellas. Lo que obtengo es la curva de luz de la estrella, es decir, la forma en que se modifica su brillo en el tiempo. Cada cuánto tiempo varía su luminosidad, de qué forma, si mucho o si poco, si de forma rápida o lenta, irregular o periódica. Todas estas características de la luz de la estrella, sumadas a los datos sobre la composición química, su distancia, color, etc., permiten saber más sobre la evolución de esta estrella en particular y de todas las demás en lo general. La forma de cada curva de luz que obtengo es diferente de acuerdo al tipo de estrella estudiada.

Lo que ven allí es por ejemplo la variación de la luz de una estrella que en realidad son dos -como gran parte de las que vemos en el cielo y no lo sabemos- constituyendo un sistema binario y, como su plano orbital (las estrellas giran ambas en torno a un centro de masa común) es perpendicular a nuestra línea de visión, una de ellas pasa por delante de la otra (y luego la otra pasa por delante de la primera) periódicamente (por ejemplo, cada 5 ó 10 días), generando eclipses. Eclipses como los de Sol o Luna, pero en las estrellas. En esta curva de luz pueden ver un eclipse más profundo y notorio (cuando la estrella más débil tapa a la más brillante) y otro más sutil (cuando la más brillante tapa a la más tenue). Si se fijan, el eclipse secundario (el pequeño), se produce justo en la mitad del ciclo de variación. Eso nos dice que la órbita es circular. Y como esa, muchas más cosas pueden saberse sólo con estudiar los cambios de la luz.

Así que cuando no me vean seguido por acá es que me enchufé a investigar. Este paper tiene 7 estrellas y estoy peleando para publicarlo con mis métodos y estilo, para luego ya con la metodología consensuada poder seguir con listas y curvas de luz de más de 500 que tengo pendientes (y centenares más por encontrar). La verdad es que podría pasar toda la vida haciéndolo, la cantidad de información es inagotable y cuando se terminen las observaciones de las bases de datos que consulto seguramente ya habrá otro proyecto o satélite en funcionamiento recolectando más y dándonos material a los que amamos esto para seguir descubriendo cosas.
Así que cuando el cielo está despejado, a pesar de las luces y el smog asqueroso de Buenos Aires y del olor cancerígeno de las petroquímicas, subo a la terraza en el piso 15 de mi edificio, ya sea con mi telescopio, los binoculares o mis ojos, a observar y registrar los cambios en decenas de estrellas, y cuando está nublado, me quedo analizando datos y publicando resultados.

Bueno, ya saben algo más (que en realidad no es sólo "algo") de mí y de mi soledad.

¡Que tengan cielos despejados!