domingo, 25 de noviembre de 2007

Unidos

Esa mañana Ezequiel se calzó el i-pod que había conseguido la semana anterior y se tomó el 152 hacia La Boca. Mientras viajaba, fue recordando la noche anterior en aquel restó en el puerto de Olivos. Se habían reunido casi todos los compañeros de la promo 95 de la Buenos Aires English high School. La habían pasado muy bien y, tras varias rondas de alcohol, terminó con Jessica en el departamento de ella garchándosela después de tanto haberla deseado durante toda la secundaria.
La mina era flaca pero tenía dos tetas impresionantes y unos ojos marrones grandotes que incitaban a la violación con su sola presencia en la misma habitación. Las cosas habían cambiado, en la escuela ella ni siquiera lo registraba, pero ahora que él tenía plata, un Toyota Camry 2.2 y una casa envidiable en Zona Norte, se había convertido en un objeto de deseo potable.
El colectivo se fue llenando mientras Ezequiel se excitaba con el recuerdo de las múltiples cogidas con Jessica, las uñas largas de ella enredándose en los cabellos rubios de él, los gemidos, el sudor...
La llegada de una viejita con bastón interrumpió su trance y se levantó para cederle el asiento, ya que dos pendejos que estaban adelante de todo la habían ignorado olímpicamente.
-"Gracias, querido"- dijo sonriendo la abuela - "todavía quedan caballeros..."

Marcos se había quedado dormido e iba a llegar tarde al trabajo. Eran las 8.55 hs y se le había escapado un 152 justo cuando llegaba a la parada. Con lo estrictos que son, seguro le descontarían media jornada. El cansancio de tanto trabajo lo había vencido esa mañana. Cada vez trabajaba más, para poder pagar el alquiler y a la vez mantener a sus hijos. Rosita, su ex-esposa, lo había dejado y obtuvo la tenencia de sus tres chicos. Marcos no tenía trabajo estable y Rosita nunca valoró sus esfuerzos ni el amor que le tenía. Se volvió a Bolivia. Sólo sabía de sus hijos por algún sms aislado cada tanto.
Marcos esperaba que en esta fábrica todo fuese mejor, al menos ya había durado cuatro meses, por lo que no perdía las esperanzas de recuperar a su familia. Pero el poder conseguir plata para lograr su objetivo, por momentos se convertía en una obsesión para él.
El colectivo llegó y subió nervioso, esperando que no hubiese mucho tráfico y que le hubiera tocado un chofer apurado y no pachorriento. El colectivo estaba hasta las manos así que fue parado.

En medio del apretujamiento de cuerpos, Ezequiel hizo un ademán a su cinturón e inmediatemente gritó indignado: "¡Me robaron el celular!". La gente dio vuelta sus cabezas hacia él, y él buscando el celular entre quienes lo rodeaban individualizó a Marcos y el celular que tenía en el pantalón: -"¡Es ese, es mi celular! ¡Chorro, hijo de puta!, ¡es ese!". Una vez que identificó al ladrón, otros pasajeros se unieron a su indignación ante la mirada defensiva de Marcos: "¡Negro de mierda! Hay que echarlos a todos estos bolitas del país, a robarnos vienen!" - gritó un tipo. Mientras varios empezaron a empujarlo y a patearlo, una señora con una cuidada permanente y mucho olor a talco de vieja, decía: -"Macri los va a hacer desaparecer a estos".
Le sacaron el celular del pantalón sin que Marcos pudiera pronunciar palabra mientras literalmente lo cagaban a palos en medio de los gritos. ¡La gente finalmente se había unido por una causa común! -"¡Negro cabeza hijo de puta, no vas a querer robar más vos!". Le devolvieron su teléfono a Ezequiel, mientras le pedían al chofer que abriera la puerta para sacar al chorro. Marcos se mantenía en pie sólo porque la cantidad de gente lo apretaba y no dejaba que cayera. A los tumbos llegó al fondo del colectivo y lo empujaron por la puerta tirándolo a la calle. El colectivero cerró y arrancó raudamente dejándolo atrás y escapando de la situación traumática que todos acababan de vivir. Le dieron el teléfono a Ezequiel mientras le preguntaban cómo estaba.
-"Bien, bien, gracias, no me hizo nada, es sólo la indignación de ver cómo roban por todos lados y uno ni se da cuenta, son profesionales".
-"Bueno, éste no era tan profesional, jeje. No va a robar más, al menos no por acá, ja".
-"Sí, si no nos unimos nosotros para defendernos de estas lacras, ¿quién nos defiende?".
Había un clima festivo en el colectivo, el pueblo había logrado unirse para protegerse.
Ezequiel fue para el fondo apenas al minuto de terminado el incidente y agradeciendo a todos quienes lo ayudaron, tocó el timbre para bajarse.
Al bajar, miró el 152 alejarse, se acomodó el pelo que se despeinaba por el viento que soplaba con olor a podrido del Sur, e hizo una llamada por el celular:
-"Si, ¿Jorge? ¿Qué hacés boludón? Tengo otro para vos...(...) Y sí, boludo, si es una pelotudez, en este país del orto te ponés al lado de un negro, le afanás el celular o lo que sea y encima te hacen un monumento, tenés 20 cómplices por colectivo, ja ja ja (...) Sí, Jorgito, te lo llevo ya, si estoy al pedo... (...) Ok, ok, pero más tarde no que hoy le hago el orto a Jessica".

viernes, 9 de noviembre de 2007

Hola

Ahh, es el título más "pensado" de todos los posts que he escrito...

Sí, ¡estoy vivo! Gracias a los que han pasado y a los que siempre mostraron buena onda por aquí.
Evidentemente mi motivación bloguífera ha caído en un agujero negro últimamente.
Disculpen por no haberme despedido, es que como alguna vez he dicho, esta quizás no sea una despedida... ¿o quizás sí?
La astronomía y demás intereses y sensaciones han ocupado mi tiempo y mis ganas, quizás hoy en día no canalice escribiendo lo que antes canalizaba. Quizás hubo mucha cosa virtual para alguien que valora los gestos, miradas, la presencia. Quizás por eso me cueste relacionarme por internet al ver tanta barrera dando vuelta.
No me da el tiempo para continuar leyendo blogs sistemáticamente pero las lindas personas que visité y me visitaron estarán en mi valija de experiencias y sensaciones.
Y justamente, como son etapas, quizás más adelante vuelva por acá a expresar algo.

La semana que viene me voy a Mar del Plata a un congreso de astronomía, algo que venía necesitando mucho. Cuatro días de interacciones, cambio de aire, astronomía y descanso.

Los últimos meses han sido buenos. Disfrutando mi pasión y sin pensar más ni hacerme problema por cosas que llegarán solas cuando sea.

Les dejo un beso a todos y estoy por aquí aunque no esté.
Sigo manteniendo mi space de música con mi Top 40 semanal y traducciones:
http://littlefreakland.spaces.live.com/

¡Nos vemos!
Seba