Billete falso, gente falsa

Ayer fui a cobrarle a una socia muy atenta, amorosa ella, directora de un centro de jubilados en Colegiales. Una de las personas más cordiales con las que trato. Fue a buscar la plata adentro y cuando volvió sacó de una carterita dos billetes de cinco pesos, mientras decía "sí, acá hay". Ya al ver el segundo billete ser sacado de su escondite me di cuenta que era falso. Apenas me lo dio instantáneamente le dije "Pero éste es falso". -"Ah, ¿si? Pero ¿cómo sabés?" - "Se ve de lejos ya que está medio como desteñido, el papel..." -"Yo no me doy cuenta, y no sé quién me lo habrá pasado".
Le mostré el otro billete que me dio para que los comparara mientras trataba de ser ameno con ella en ese momento, diciéndole que a veces uno no mira y agarra lo que le dan. Entonces la señora me dijo: -"Uno confía en la gente. La desgracia de uno es esa, confía en la gente". Y al minuto siguiente agregó: "Lo voy a pasar a alguno tal como me lo encajaron a mí. Alguno lo va agarrar, je".

Interesante... Y contradictorio... Así que ella que dice confiar en la gente cuando puede los caga, todo al precio de uno.
No me sorprende, mi madre hace lo mismo. Como si vengase el haber sido estafada al estafar a otro que nada tiene que ver. Es de terror.
La persona que me dio el billete falso puede haberlo hecho a propósito (viendo la lógica predominante lo más probable es esta opción) o ni siquiera saber que el billete era falso. De eso no me voy a enterar, pero si recibí ese billete sin darme cuenta, ¿qué culpa tiene la persona a quien luego voy a encajarle el billete trucho de mi desgracia?

Aquí en casa, en un armario tengo guardados de recuerdo una decena de billetes falsos, (¡¡hasta lecops y patacones!!) todos desteñidos, algunos que hasta te da vergüenza haber sido tan salame de haber agarrado semejante truchada. Nunca se me ocurrió pasárselos a nadie. Eso es un delito, por más que lo vean como una apiolada y un derecho que tienen de vengar la estafa recibida. Ellos SABEN que el billete es falso y están ROBANDOLE plata a otra persona al pasarlo. Sin embargo, "señoras de bien" como esta socia y mi madre, cometen ese delito como si tal cosa. Es parte de la cultura local. En cada acto se demuestra la falta de respeto hacia los demás y la poca consideración que rige las interacciones, donde el interés personal cagándose en todos lo demás es lo que prima.