Algún día

Pasa la vida, caminos se acercan, caminos se alejan. Instantes efímeros de felicidad. Tal vez basados en el desconocimiento. ¿Cuándo realmente llegamos a conocer a alguien? ¿Que es lo que hace que nos abramos y compartamos y deseemos y no nos alcance? ¿Cuándo podemos estar seguros? ¿Cuándo podemos fluir y no pensar? ¿Por qué tantas variables se unen para determinar que algo será o no será? ¿Por qué nos lastimamos continuamente, aún sin darnos cuenta? ¿Por qué no entendemos de límites o de razones? ¿Por qué escapar de lo normal trae aparejado riesgos tan grandes, tantos conflictos y tanta exposición? Adentrarse en lo profundo puede llevar a tenebrosos confines del alma, limpiar las telarañas de esas zonas recónditas y perdidas puede ponernos cara a cara con facetas desconocidas.
Y seguimos buscando la felicidad, compartir, reir, cantar, abrazarnos, emocionarnos, caminar juntos. Poder confiar, dejar de fingir, exponernos sin temor a lo que venga. En una búsqueda eterna que con cada revés pareciera ser más vana, el objetivo cada vez más lejano y difuso.
¿Por qué la realidad nos enfrenta con la complejidad que tenemos los seres humanos? ¿Por qué no basta con hablar el mismo idioma? La vida nos da oportunidades y las vemos escurrirse entre nuestras manos.
Sólo quisiera que el tiempo pase y que las heridas cierren. Aprender de lo vivido, sin olvidarlo ni borrarlo... de ningún lado. Porque eso que pasó fuimos nosotros y no voy a amputar una parte de mí.
Y así se van mis días libres y llega el fin de semana y tal vez de algo sirva todo esto de replantearse cosas o de estar tan abierto a sentires, a pesar de las tristezas y desilusiones. Alguien se ofreció a despertarme de mi pesadilla y lo valoro, y aparte, jejeje, tengo internet 2,5 megas que me lo puse para algo puntual que ya no será pero que ya que está voy a aprovecharlo y a hacer abuso!

Pero aún así, las risas aún son forzadas y las sensaciones ambiguas predominan. Algún día será pasado, algún día encontraremos lo que estamos buscando.