A medida que la evolución lleva teóricamente a formas más justas de relacionarse, a medida que todas las atrocidades se condenan con la palabra y racionalmente se tiene conciencia de lo negativo de la violencia y se predica el amor a los cuatro vientos, crece la incongruencia entre todo ese bagaje cultural que se forja y las actitudes humanas perpetuadas desde el más sórdido pasado.
En la época de mis abuelos, incluso aún en la juventud de mis viejos, se palpaba el autoritarismo, el machismo, la violencia como parte legitimada de algunas cosas que no se podían analizar o intentar comprender o debatir. La palabra "psicoanálisis" era motivo de burla. Los hombres no lloraban. La pose antes que el sentir aún era la actitud legítima de los "machos". La mujer era un objeto. Los diferentes eran perseguidos.
Las últimas décadas han sido testigos del crecimiento desaforado de la dicotomía entre un pensamiento de libertad que trae conciencia y actitudes que reflejan sólo la bestialidad y pulsiones más bajas del animal humano. Un pensamiento de paz, ecología, libertad y hermandad disperso por todos los rincones pero testigo absorto de guerras, contaminación, sometimiento e individualismo.
Antes las guerras, las mafias, el autoritarismo, todo eso era parte de la vida tanto en lo macro (política) como en lo micro (familia). Antes eso era legítimo, ahora NO. Y eso es lo peor, eso es lo que choca, lo que genera impotencia, violencia, angustia, mucha angustia. Ver que todo el mundo sabe que algo es malo pero se lo hace igual. La ruptura de la lógica del bienestar, la contradicción permanente entre decir y hacer. La constante burla explícita en la cara de los que realmente asimilan esos valores y los aplican. Para quien se cree como un boludo toda la teoría que la evolución de la humanidad trajo, tener que entender que para ser piola hay que contradecir toda esa lógica y esos principios que nos harían vivir mejor y ser felices, es decepcionante por decir poco. No tiene explicación, es inaudito. Y cada pequeña cosa lo es.
El concepto general de diversión es completamente estúpido basándose en cosas que hacen mal a la salud física o mental de las personas: fumar, drogarse, emborracharse, escuchar la música a niveles que aturden, coger a cualquiera sin importar un carajo de la persona o sus sentimientos, etc. etc. Más allá de que yo no los persiga por esas "elecciones(?)", nunca entenderé el nivel de masoquismo implícito en ellas. Uno siempre queda como un loco o un estúpido por no ser parte, pero nunca hay una justificación que explique esa pasión que tiene la gente por divertirse autocastigándose. Es fácil decir que eso no se piensa sino que se siente, ya que eso evita cualquier reflexión al respecto.
Las mismas pautas de comportamiento civilizado, como por ejemplo ser limpio o educado, se contradicen cuando la gente tira la ceniza al piso, la lata de cerveza por la ventana, los papeles en la vereda, todo como si aquello no estuviera incluído en el concepto de limpieza.
A nivel local, lo ilógico de la forma en que nos movemos día a día ocupa casi todas las interacciones. Todo está tergiversado, todo podría ser TAN diferente. Mi amiga sube al colectivo y el chofer arranca antes de que termine de subirse, la hace caer, nadie la ayuda, nadie dice nada. El colectivero juega una carrera no es un servidor público. Sube una embarazada y los "hombres" imbéciles que van sentados se miran el pupo, los adolescentes siguen con sus mp3 mostrando su "actitud" y la bajeza humana dice "Hola" una vez más.
La vida no vale nada. Las personas cruzan las calles a punto de ser aplastadas todo el tiempo porque no se respetan los semáforos. Ayer estaba todo el tráfico parado en la vía de Dorrego y alguien en una camioneta se mandó toda una cuadra de contramano y cruzó con las barreras bajas. Encima esa vía está en diagonal a la calle y es imposible ver si el tren viene o no. Yo no lo podía creer... Vivimos al borde de la tragedia cada segundo. No parece ser una especie pensante esta a la que pertenezco.
Todo es un circo, una contradicción. Todos aparentemente buscan la paz, el amor, pero sólo entregan mierda, incomprensión, agresividad, egoísmo. Todo está escrito, todo se sabe, todo es potencial, pero la gente parece idiotizada por un concepto superior masificante que les dice qué hacer (estupideces) y que prioridades tener (superficiales) más allá de su conciencia y sus verdaderos deseos internos. Si los sentás en una silla solos y les hablás en serio, todos repiten el mismo cantar en sus anhelos, deseos y objetivos. La humanidad misma estaría unida por el anhelo de felicidad. Todos aspiran a recibir respeto a ser tratados bien pero nadie lo exige o lo ofrece a los demás. Es insufrible vivir en medio de esa lógica ilógica, de ese masoquismo eterno e insoluble al que los humanos se someten día a día.
A nivel general, en otros países no se dan estas (mismas) faltas de respeto cotidianas entre unos y otros, pero hay quienes aplauden cómo un orate envía gente a matar y morir a tierras lejanas para calmar su codicia y ansias de poder.
En nombre de la Paz se asesina cientos de miles de personas. No hay condena.
Los valores más puros y profundos sólo se aplican cuando ayudan a obtener beneficios a quien los promulga. Lo que hoy se defiende mañana se defenestra. Si hay plata de por medio la misma lógica de cuidar a las personas permite excepciones como hacer publicidades de cigarrillos pero poniendo "fumar es perjudicial para la salud", en vez de erradicar el tabaco. Se continúan emitiendo contaminantes a la atmósfera o a las aguas porque evitar eso implicaría menos fuentes de trabajo o pérdidas económicas... Pero el aire que respiramos o el agua que bebemos la bebemos nosotros mismos, incluídos los que deciden eso, lo cual parece ser sólo un detalle, porque "a la larga todos nos vamos a morir" (!!!)
La diferencia es que antes no había comunicación al instante, internet, TV globalizada. Cada una de las burlas ahora la ven miles de millones de personas. Cada contradicción es consumida por todos.
Las campañas políticas son abiertas contiendas de bestias salvajes valiéndose de cualquier cosa (mentira, soborno, engaño,.. gente!) para lograr llegar al poder y llenarse los bolsillos. Para llenarse los bolsillos dicen que combatirán a los que se llenan los bolsillos, es así de paradójica la mentira cotidiana. Circos y más circos.
Nada tiene real sentido. La palabra no significa nada. Leemos los diarios o vemos los noticieros que sólo son un compendio de estas incoherencias, sin solución de continuidad. Delincuentes asesinando, violando, robando todos los días. Policías que en vez de cuidarnos nos cagan a palos. "Hinchas de fútbol" que amenazan de muerte a los jugadores y estos que por miedo los protegen. Gente que desaparece. Mentiras y más mentiras que pasan a ser anecdóticas y entonces ya no "molestan"... Y todo sigue, todo hasta podría ser parte de un comercial institucional de "Human Shit TV" vendiéndonos esta parodia de existencia que todos compramos. Le adjudicamos ese sentido a la realidad y nos movemos entre esos parámetros vacíos. Lo que todos supuestamente buscamos lo dejamos escapar cada día y se aleja cada vez más a merced de esta vorágine de estupidez e incoherencia. Esta vorágine que exacerba al máximo la incapacidad del ser humano de asumirse a sí mismo y encontrar la felicidad en esa aceptación de los sentimientos propios y lo interno, que es lo que en el fondo desea pero parece haberse resignado a no conseguirlo.