La vida son momentos.
Y en alguno de esos momentos puede haber un interés o una chispa entre dos personas que abre una puerta -quién sabe adónde pero la abre-.
Si uno de los dos no entra, lo más probable es que esa puerta se selle definitivamente, por más que el que no entró en su momento quiera hacerlo luego. La magia que generó el universo en ese determinado instante ya no se repite.
Estar en "diferentes tiempos o etapas", que le dicen... ¿A quién no le ha pasado de abrirse cuando el otro no se abrió y luego largarse a caminar otros caminos sólo para ver acercarse a esa persona y ya no poder "invitarla a entrar" porque uno mismo perdió la llave de esa puerta?
La primera vez que la puerta se abre suele ser la más prometedora porque es una invitación al misterio, a lo nuevo, a jugarse. Sólo los miedos pueden hacer que no pasemos el umbral.
Y cuando logramos vencerlos probablemente ya sea demasiado tarde...
sábado, 24 de junio de 2006
La Puerta
miércoles, 21 de junio de 2006
Simultaneidad
Pensando en las razones que hacen que no tenga empatía con la gente que me rodea y con sus costumbres, sus formas de relacionarse, etc., identifiqué una característica de estos tiempos que no he asimilado en mi pesonalidad: la simultaneidad.
En esta era "post-El Rayo", todo es rápido y dura poco y la simultaneidad parece ser una forma de luchar contra el tiempo en esa carrera por llegar (¿adónde?) y por tener (¿qué?).
La aparición constante de nuevos medios tecnológicos para comunicar y entretener, aumenta la velocidad de todo y con ella aumenta la ansiedad de las personas y el afán de tener todo ya. Esto se traslada a cada aspecto de la vida cotidiana.
El que espera en el semáforo que la luz se ponga roja no puede dejar el auto quieto, ya tiene que empezar a moverse antes de que cambie el semáforo, empezar a ganar centímetros y arrancar cuando recién se está poniendo amarillo del otro lado. Ganar tiempo.
El pibe que me calienta la pata de pollo que compro en Disco, no hay vez que no me ponga 1 min. 15 seg. en el microondas y yo le tenga que decir "Dejámelo 2 minutos porque me llega frío". Lo hace, pero segundos antes de que llegue a cumplirse el tiempo ya lo saca porque no aguanta más la espera.
Nadie sabe esperar.
Las mujeres están solas dos semanas y ya se quejan de lo terrible que es la soledad. No tienen idea de lo que es...
Pero volvamos a la simultaneidad.
En cada momento o lugar aprovechar el tiempo haciendo otra cosa es la marca registrada de los tiempos que corren, con su ícono máximo: el celular.
En un viaje en colectivo o caminando por la calle, las personas van utilizando ese adminiculo, escribiendo, hablando, leyendo, estando donde están pero sin estarlo. Así nuevamente ganan tiempo y se comunican.
Yo no siento esa necesidad. Viajo en el colectivo y miro el paisaje, o miro a la gente, y sobre todo pienso. Nadie parece parar la máquina y encontrarse un rato consigo mismo, todos deben comunicar algo o matar el tiempo con algo (el aburrimiento generalizado, que tampoco me sucede, es tema para otro post), ya que el "mientras" los enerva. Mientras voy a tal lado, mientras espero que esté la comida, mientras me agarra sueño. En las fiestas, en reuniones, donde sea, las personas siguen jugueteando con su celular y actuando un papel que parece mostrar que lo que desean es siempre estar en un lugar en donde no están, hablando con alguien con quien no están... En definitiva yo lo interpreto como una evasión de su ser. Están ahí pero simultáneamente están en otro lado. Quizás se sienten más omnipresentes, yo creo que es al revés. Todo el día hablan y piensan en comunicarse.
Yo siento todo lo opuesto. Cuando estoy trabajando o viajando o lo que sea, me gusta estar haciendo eso que estoy haciendo. Estar conmigo, sin interferencias. Una vez que llego a mi casa, allí si tengo algo que decir o tienen algo que decirme, me lo dirán. Nada no puede esperar a que me comunique cuando estoy tranquilo. De hecho, escucho cada boludez cuando los oigo hablar en los colectivos o por la calle... Cosas tan superfluas e innecesarias, comunicación tan vacía y que cuesta $$....
Y cuando me hablan y está la TV prendida y se quedan mirándola mientras yo les estoy hablando... No pueden sacarle los ojos de encima y yo no sé si me están escuchando o están ignorando lo que les estoy diciendo.
Todos los "simultáneos" alegan que pueden hacer todo lo que hacen a la vez sin perder la hilación. Sea como sea, a mí me parece una falta de respeto.
Y miles de veces hay cosas en la TV que me interesan y entonces las veo y no hablo con nadie. Me revienta que me hablen cuando está la tele prendida y estoy mirándola. Si la estoy viendo es por algo. Pero claro, ellos hablan y ven la tele, tanto si la charla interese o la tele interese, no pueden evitar hacer las dos cosas a la vez. Yo no. Si estoy viendo un programa no me hables y si estoy hablando con alguien no veo el programa.
Y el chat... ¡Para qué! En el chat, que el anonimato y la no presencia física amparan, la simultaneidad alcanza su máxima expresión cuando la persona habla en varias ventanas a la vez con diferentes personas, con la consecuente pérdida de atención focalizada en la comunicación persona a persona. A veces hasta se equivocan de ventana. Hablan a velocidad de carreta porque no pueden con tantas ventanas a la vez. A mí me gusta dedicarle mi atención y tiempo a una persona, hacerla sentir especial y conocerla. Hablar con varios sólo me estresa y sólo lo hago si es que lo que me hablan la verdad no me interesa o si son amigos que está todo bien porque ya nos conocemos y no hay urgencia. Pero las minas que recién estás conociendo te versean que hablan con vos y que está rebuena la charla y bla bla y mientras le dicen lo mismo a otros y uno se queda 5 minutos esperando un puto renglón.
Si te tuvieran enfrente hablando, ¿se pondrían a hablar con otra persona al mismo tiempo dejándote en banda? No. Es una falta de respeto.
Pero en estos tiempos vale todo, porque así está legitimado y así se valora. Todo es igual, nada es especial. Importa la cantidad no la calidad. Importa abarcar todo no focalizar en algo o alguien.
Los tiempos de la simultaneidad y el no saber esperar.
lunes, 19 de junio de 2006
En El Camino X
Salgo rumbo a una nueva jornada laboral para interactuar con la humanidad.
*Le cobro a una vieja pirucha. Se va para adentro a buscar la plata y me dice:
"Sosteneme la puerta que no se golpee, igual le echo llave"
...¿Y si le echa llave para qué quiere que se la sostenga?
*Un socio al que le da fiaca bajar a abrir (estaba en el primer piso) me dice:
"¿Usted no se ofende? Se lo tiro por la ventana. Hay mucho viento ,eh"
Y sí..., había mucho viento. El tipo tiró el billete y pueden imaginarse la escena: yo corriéndolo por la calle. Y se iba y se iba... Finalmente logré dominarlo con el pie y seguí mi camino acalorado.
*Como es la semana previa al día del padre, una socia veterana (esta no es una "vieja" porque es buena onda) me pregunta:
"¿Usted es padre?"
La pregunta me causa mucha gracia. Estoy tan pero TAN PERO TAAAANN lejos de eso...
"Paso a paso", diría Mostaza.
*Previo a volver para mi casa, en la parada del 133 en Los Incas y Acha, me entero de que el 71 que también para ahí, está tomando un desvío y entonces para enfrente.
Entonces, dejo salir mi lado solidario y cuando viene una chica a la parada le pregunto si toma el 71. Como su respuesta es afirmativa le informo que debe ir a tomarlo enfrente, lo cual es agradecido.
*Como el universo debe buscar el equilibrio, mi acción anterior se ve empañada cuando viene un tipo a preguntarme si el 112 para ahí. A lo cual contesto rápidamente que no y le pregunto para qué lado lo toma. Me contesta "para Lanús" y entonces le informo que pasa por Álvarez Thomas y le señalo dónde es. Después que se va me doy cuenta que el afán informativo no dio tiempo a mis neuronas a ubicarse y lo mandé para otro lado, ya que el colectivo pasaba por Donado.
*Salgo por la tarde y me encuentro una moneda de 1 peso!!
Total del mes hasta hoy = $ 1,60.
*Estoy parado en la parada del 133 de Juan Agustín García y Caracas, ya está oscureciendo y estoy junto a varias personas más, cuando de repente siento como gritos y ¡¡¡me pegan en la espalda!!!
Me doy vuelta y... ERA UN VIEJO QUE SE CAYÓ AL PISO Y PEGÓ CONTRA MI. Pobre tipo, estaba planchado ahí abajo, se ve que pisó mal en el cordón de la vereda. Le preguntamos si podía moverse y si le dolía mucho y junto a otro hombre lo ayudamos a levantarse. Pudimos incorporarlo aunque costó y la víctima alegó estar bien.
*Me tomé el bondi y había una moneda de 10 centavos a unos metros pero la ignoré.
Y así culmina otra entrega más de En El Camino.
Hasta la próxima.
jueves, 15 de junio de 2006
Sin Reacción (o En El Camino IX)
(...pero resumen de sólo un día)
*Estaba yo con mi interruptor puesto en el rol de cobrador esperando en una puerta en Artigas y Galicia, cuando pasó ella. Sólo ví su espalda y su nuca (bueno, obvio, su culo y sus piernas también, pero sonaba para el orto). Jeans azules, campera blanca de esas medio infladas y un gorro de lana multicolor onda indígena.
En donde yo golpeé no había nadie así que seguí camino por esa cuadra rumbo a la esquina de Tres Arroyos. Ella se había detenido en un kiosko así que le pasé por al lado. Me pareció que por su actitud era una proveedora o algo, no una clienta. Sonreía y hablaba con alguien del kiosko. Era muy linda, pero no sé por qué yo parecí haberlo percibido ya antes de verle la cara. Me paré en una casa la esquina siguiente y tampoco me contestó nadie. Mientras esperaba pasó ella de nuevo y siguió hasta la cuadra siguiente. Qué bonita. Ojos marrones oscuros, piel bien blanca. Me quedé pensando en que en esa cuadra a la que ella había ido, yo tenía un kiosko para cobrar y la imaginé allí. Fui y, en efecto, ella estaba parada justo ahí, casi en la puerta del kiosko pero apuntando a una verdulería que hay al lado. Toqué el timbre del kiosko y cuando salieron comprobé que ella también estaba esperando. Nos abrieron y hubo esa duda de cuando ambos entran a la vez. Me quiso dejar pasar y yo le dije que pasara ella nomás, nos reímos, me agradeció y entró. Sí, encima de preciosa era simpática, ¡puta madre! Adentro otra chica linda (pero al lado de ella, Celia Cruz) se puso a hablarle y me dijo que ya llamaba a la señora que me iba a pagar. La chica hermosa también esperó y sonreía siempre. Me pagaron y me fui. Saludé y todas me saludaron. Cuando cerré la puerta desde afuera vi que ella había dado vuelta la cabeza y miraba. Me fui con esa sensación de siempre, de no poder hacer nada para generar algo. De ver cómo una de las dos o tres chicas hermosas por año que me cruzo por ahí iba quedando atrás, como siempre. Esas chicas que te flashean. Pero es como otro mundo a años luz de distancia y no tengo ninguna nave para viajar hasta él.
Y caminé y seguí cobrando. Pensaba hacia dónde habría ido ella y me fui alejando de la zona. Mientras esperaba en las puertas empecé a fantasear con que me la encontraba de nuevo en otro kiosko y ahí, ya con una buena excusa, se generaba un diálogo. En mi mente, ella pasaba y sonreíamos ambos como advirtiendo la casualidad del nuevo encuentro.
-"Pareciera que te estoy persiguiendo", le decía yo y ella se reía y se iba.
-"Esperá, no te vayas, que no sé hasta cuándo no voy a ver a una chica tan linda como vos. Al menos decime tu nombre"
-"..."
-".. y bueno, quien dice el nombre dice el teléfono o el MSN, ejem , jaja".
Bueno, a partir de ahí la fantasía diurna tenía varios desenlaces, obvio que siempre eran buenos, jaja. Seguí los siguientes 15 minutos en esa nube de pedo, pensando que en caso de verla de nuevo tendría esa oportunidad.
Tras una vueltita, me tocó ir a un almacén por Juan B. Justo. Entré y... adentro, de espaldas a la puerta, frente al mostrador, estaba ¡¡¡¡ELLA!!!! Esperando, se ve, que le hicieran un pedido. Mi nivel de enzimas de pelotudez en sangre creció abruptamente. La hija del dueño me saludó y de una me pagó. Saludé anunciándome más que nada para que escuchara la chica pero esta vez no pude hacer contacto visual nunca con ella. Estuve ahí a dos metros pero era como que leía algo y no giró la cabeza. Y me fui y por segunda vez quedó ella adentro. Se había cumplido el pensamiento ese, había tenido una segunda chance, pero de nuevo no tuve la excusa para generar algo.
No es la primera vez que me pasa, es como si siempre tuviese una especie de conexión cuando me gusta alguien así notoriamente.
Me acuerdo siempre una vez en el 140 viniendo del Centro hacia Urquiza, cuando me gustó alguien todo el viaje y empecé a pensar que se iba a parar y se iba a bajar justo en mi parada. Por supuesto que en mi fantasía al bajarnos se generaba toda una conversación. La parte real fue que, en efecto, se paró y se bajó conmigo. Y yo nada.
Volviendo al suceso de hoy, cuando salí del almacén tenía que ir para el lado de Nazca, ella salió casi atras mío y me di vuelta y la vi irse para el lado opuesto (hacia donde yo iría después, incluído otro kiosko a dos cuadras de allí). De más está decir que ya nunca más se dio nada ni la volví a ver, ni en el kiosko ni en la calle ni en ningún lado. Dos veces ya era demasiado, no existen tres oportunidades. Bah, "oportunidades"..., el tema es que más allá de que sucedan estas cosas para mí no terminan de ser oportunidades porque no tengo forma de generar nada. Me es imposible ser espontáneo en esa situación porque significa tanto (y eso es inevitable) que siempre está todo pensado.
Así transcurrió mi mañana con la frustración y la impotencia de no tener herramientas para generar un vínculo bajo esas circunstancias y por otro lado sabiendo que yo no tengo otras circunstancias generalmente.
*Me tomé el 113 y me senté en los primeros asientos que son dos y dos enfrentados. Quedé enfrente de una chica bastante linda. Había una moneda de 10 centavos en el piso entre los dos, así que mientras me acomodaba en el asiento me agaché y la recogí. Le pregunté si era de ella, me dijo que no y se la di a modo de regalo. Aceptó sonriendo y me dio las gracias. Después vinieron los clásicos minutos de tener las caras enfrentadas y no saber dónde meter los ojos para no invadir la burbuja del otro. Hasta que se bajó.
*Al bajar del 113 pasé por Disco a comprar carne y pensé en Mariel, la cajera nueva bastante linda. No estaba atendiendo. "Me la voy a cruzar por los pasillos", pensé..., ¡y me la crucé!. Compré y cuando fui a pagar, estaba ya en su caja y era la única vacía porque se acababa de sentar. Le pregunté si podía pasar y me dijo que sí. Me saludó y esperamos porque estaba saliendo un ticket (se ve que de algún control interno).
-"¿Qué es? ¿El ticket del hombre invisible?", le mandé y se rió y me atendió, me pidió si tenía monedas, etc., siempre con una sonrisa, es muy simpática. Quizás sea la cuarta cajera de Disco a la que me le tire, JAJAJAJA. (En la otra punta estaba Julieta, la que me dejó plantado hace 6 años más o menos, JAJAJA).
*A la tarde salí de nuevo y en una vidriería donde me atiende siempre un tipo o la esposa, aparece una divinura con unos ojazos marrones increíbles, que hasta superaba en conjunto a la protagonista del episodio mañanero. Me explicó que los dueños no estaban y ella estaba a cargo del negocio nomás así que no me podía pagar. Y seguí camino. ¡Qué mujer!
*Y para terminar con los destacados de hoy, me encontré 10 centavos en la puerta de una vieja.
(NOTA: este post leerlo con un tema muy conocido de Beck de fondo)
lunes, 12 de junio de 2006
El sentido de mi blog = COMUNICACIÓN
Cuando el 25 de octubre del 2005 escribí el primer post en MSN Spaces no tenía ni idea de la existencia de Blogger y sólo sabía que había gente que tenía blogs y que parecía haber como una especie de telaraña que los unía.
El primer paso de mi necesidad de escribir se dio por mi habitual desadaptación al medio caníbal que me rodea. Esa desadaptación se da en todos los aspectos y la "Encuesta sobre cómo hablar a una chica que te mira en la calle" generó los primeros comments y por ende el primer contacto social por este medio (mi primer commentarista de los famosos fue Nala).
En esas épocas, empecé a dar brincos de un blog a otro, leyendo, commentando y linkeando.
Mi mudanza a Blogger significó comenzar a entender un poco más los códigos de la blogósfera. Es que cada comunidad tiene sus códigos implícitos, sus modos, sus lenguajes que a veces son tácitos pero se respiran en el aire y en cada interacción y uno se va adaptando a ellos insertando su propio estilo a ese código general.
Así el blog fue pasando de lo social a lo más personal.
Lo que he notado que prima en la blogósfera es una distinción marcada entre lo virtual y lo real. Pareciera haber límites establecidos que imposibilitan ver a los blogs como medios de comunicación de personas, como soportes técnicos y no cómo el objeto en sí. Hay una tendencia a asimilar al otro como un "coso enchufado a la blogósfera", como un conjunto de bits al otro lado de la pantalla. Como alguien que sirve para dar puntos de vista y nada más.
Yo no lo vivo así. Soy consciente de que quien está del otro lado es una persona como yo y que algo la está motivando a escribir también. Conectarse a través de las ideas, las experiencias, las formas de ver el mundo que cada uno plasma en su blog, es algo muy interesante para mí. Un abanico de posibilidades para conocer gente de todo tipo, para encontrar afinidades, para marcar diferencias.
El blog se convirtió en parte de mi vida social, es prácticamente uno de los pocos espacios donde puedo encontrar gente con la quien comparto un código.
El sentido de mi blog es expresarme, compartir mis expresiones y conocer gente que entienda o se interese por lo que digo. Los tres ítems que mencioné están íntimamente relacionados y se pueden resumir en la palabra Comunicación. El blog es para mí un medio de comunicación. Socializar via internet es para mí lo mismo que socializar en otro ámbito, simplemente porque el límite que impone el soporte técnico no es infranqueable. Lo es sólo si uno quiere que así sea.
Quienes acá escriben no son menos humanos que el tipo que está sentado en aquel bar ahora. Que las personas sean sólo un link o algo más que eso y pasen a tener forma física es sólo una cuestión de ganas o decisión. Como muchos lo usan como catarsis, esa parte no suele considerarse como posibilidad porque desvirtuaría el sentido que le dan. Si da o no da para que haya cara a cara, gestos, olores, miradas, lo decide cada uno y el nexo que se va creando. No hay ningún límite impuesto o fijado. La responsabilidad siempre cae en uno mismo.
Yo he conocido y estoy conociendo en estos momentos a muchas personas, que han pasado de los comments al MSN, al e-mail e incluso al cara a cara. Algunas personas ya casi las siento como amigas y eso es algo que va evolucionando. Con otras personas, si bien no establecimos ese mismo nexo por tener diferentes formas de ser, hay muchas cosas que hacen que nos apreciemos y nos leamos y seamos compañeros blogueriles. Hay vínculos que uno ni sabe en qué pueden terminar y vínculos que el tiempo terminó o fue cambiando. Pero nadie ordena que las cosas tengan que ser virtuales, eso es sólo una limitación mental.
Con algunas personas se dará verse porque ambos tengan ganas, con otras no. Pero no pasa por el medio, pasa por uno.
jueves, 8 de junio de 2006
En El Camino VIII
*Empieza el mes laboral y apenas salgo, 10 centavos en el piso.
*Llego a cobrarle a una de mis innumerables viejas. En este caso la señora, de unos 92 años, comienza a contarme anécdotas de su juventud tras recordar que ayer fue San Cayetano. Me habla de un cura que ella conocía que le decía que no hace falta hacer promesas sino portarse bien, y de rama en rama termina yéndose a su cumpleaños de 15, y me cuenta que a partir de esa fecha su padre les permitió a su hermana y a ella volver solas del boliche con los chicos amigos, pero dándoles la siguiente advertenecia:
"Van a ir solas pero a mí no me traen nada a casa o las cuelgo del árbol de la puerta. A mí no me van a deshonrar, mi apellido, limpio!"
.......
Cuando escucho estas cosas mi único comentario posible es "Je.. " y una sonrisa asentidora.
*Voy a la siguiente vieja, la "loca de Platense" que estaba colgando en su terraza la bandera que bordó para la hinchada porque salieron campeones. Esta vieja es un show, y cada vez que voy me cuenta anécdotas de su juventud (70 años atrás) y su forma de vivir la vida a pleno, pintando banderas y cuadros. La vieja está pirada en serio y cuenta cómo la solicitan del exterior por su arte y cosas así. A veces al lado de ella hay otra vieja, petisa y con cara de feliz cumpleaños, que viene a ser algo así como su "asistente" y la loca le ordena "traeme esto, traeme aquello" y la asistente va tipo robotito y lo trae y se queda parada al lado mirando. Juro que es real aunque parezca una comedia.
Y la vieja me cuenta que siempre destacó entre sus pares y le gustó la aventura. La anécdota más recordada es de su infancia, en donde siempre jugaba con pibes y dice que se tiró del techo una vez y se hizo mierda para que vieran que tenía aguante. Jeje, y lo cuenta como una hazaña y da detalles de cómo se bancó el yeso después, etc.
*Sigo camino, moneda de 25 centavos entre el empedrado.
*Día húmedo, vereda lavada hace poco = agua acumulada debajo de baldosa floja. Obviamente, piso justo ahí y me enchastro todo. Trato de limpiar mi zapatilla blanca con una típica hoja otoñal igualita a la de la bandera de Canadá.
*Regreso con el resucitado (aunque en estado decadente) 93 y caminando a casa veo que va cruzando por el medio de la calle a una mina (no mujer) y escupe un gargajo. Se nota que tiene experiencia en eyección de flemas porque la expulsa hacia arriba con comba y no se mancha.
*Salgo nuevamente a laburar y me encuentro 5 centavos.
*Le cobro al socio masculino más latoso (de unos 75 años) que tengo y no sé que le digo que lo sorprendo. MAL AHI. Nunca más sorprenderlo, porque cuando este señor pronuncia la "p" de sorpresa, llueve. Y yo con anteojos... Por un lado me protegen de la lluvia, pero por otroo. ¡PUAJ! ¡Qué asco fue tener que limpiar eso!
*Me encuentro una moneda de 10 centavos (juro que no estoy jodiendo). Total del mes:
0,50 $
*Vuelvo a casa, subo a la terraza, observo la mitad de mi plan de observación a las apuradas luchando contra los stratocumulus que se acercaban y al bajar me llama una chica por teléfono (suenan aplausos, sirenas, una vieja se muere de un infarto, el eje de la Tierra se tuerce) ..........
.... para hacerme una encuesta de consumo (callan las sirenas, la vieja resucita, la Tierra sigue girando con normalidad).
Yo ya me río antes de que empiece. Por otro lado, me da placer saber que al menos seré responsable de que el resultado de lo que me pregunte no de 100%.
Me pregunta si tengo tarjeta de crédito -NO,
si tengo auto -NO,
si tengo celular -NO,
si me pienso comprar uno en los próximos 12 meses -NO.
Y así, modificando el mundo, termina mi día.
lunes, 5 de junio de 2006
Soledad es
Soledad es llegar a casa y que todo esté a oscuras y en silencio
Soledad es dejar la tele prendida todo el día, incluso cuando salís de tu casa por un rato.
Soledad es estar en medio de 10 millones de personas y estar solo. Es caminar por el Centro rodeado de gente sin encontrar nexos.
Soledad es saber que no hay nadie en toda Sudamérica con quien puedas juntarte a compartir tu pasión e investigaciones.
Soledad es la única que está a tu lado incondicionalmente por más que la insultes y la maltrates.
Soledad es que la cama de 1 plaza parezca de 2.
Soledad es saber que existís pero no saber cómo ni dónde encontrarte.
viernes, 2 de junio de 2006
Dudas No Existenciales
¿POR QUE cuando abro la canilla de la cocina siempre el chorro cae en una cuchara, salta para todos lados y enchastro todo el piso?
¿POR QUE si se me cae la tapa del Shimmy cae siempre con la parte enshimmada para abajo?
¿POR QUE si la gallina es PONEDORA y no "positora", los del supermercado son REPOSITORES y no "reponedores"?
¿Si Alejo se aleja, es que se hace gay?
¿Es bueno o malo mandar al novio de Lorena a la concha de la Lore?